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El laboratorio de fecundación in vitro atiende las demandas de reproducción asistida

06 de mayo de 2011
A finales de marzo de 2007, el Hospital Son Llàtzer puso en marcha el Laboratorio de fecundación in vitro, que depende de la Unidad de Salud Reproductiva y que se ocupa de atender las demandas de reproducción asistida de la población de referencia del centro hospitalario. Esto permitió que las parejas con problemas de infertilidad se pudieran tratar en Son Llàtzer y no tuvieran que ser derivadas a Son Dureta o, en algunos casos, al Hospital La Fe, de Valencia. Desde entonces, se han hecho más de seiscientos ciclos de fecundación in vitro, más de un millar de inseminación artificial de cónyuge y alrededor de una cincuentena de inseminaciones artificiales de donantes cada año, con unas tasas de embarazo del 40 %, del 18 % y del 25 %, respectivamente.

Este servicio, integrado en el área Maternoinfantil, dispone de dos consultas específicas, un laboratorio y una sala de operaciones en la zona de las salas de parto, en la planta segunda. Al frente del servicio, están los ginecólogos Vicente Ramo, Antònia Roig, Carmen Le-Senne y Martí Mascaró y las biólogas Paula Sánchez-Cabezudo y Patricia Muñoz. Asimismo, colaboran médicos especialistas en urología y en anestesiología y también personal de enfermería y profesionales del Laboratorio de Hormonas.

Cuando no se ha podido conseguir el embarazo de manera natural, se inicia el proceso para conseguirlo de manera artificial, después de hacer los correspondientes estudios a la pareja. Hay que decir que una pareja se puede considerar infértil cuando durando un año ha mantenido relaciones sexuales sin protección y no ha conseguido ningún embarazo. Con este tratamiento, normalmente entre el 80 % y el 85 % de las mujeres de estas parejas quedan embarazadas al cabo de doce meses. Y las posibilidades llegan hasta el 90 % si se persiste durante dos años.

El proceso es el siguiente: se inicia un tratamiento por inseminación artificial como primera alternativa, en que la mujer recibe un tratamiento hormonal con dosis bajas, después del cual se le introduce líquido seminal procesado dentro del útero y se espera que se fecunde el óvulo. Si después de cuatro inseminaciones artificiales no se ha conseguido el embarazo, entonces se opta por la fecundación in vitro.

Este otro tratamiento empieza con la hiperestimulación ovárica controlada de la mujer con objeto de obtener un número adecuado de ovocitos, que se entregan al Laboratorio de fecundación in vitro, donde se fecundan por el medio convencional o por el sistema de microinyección espermática. Una vez fecundados, se mantienen en observación dos o tres días, durante los cuales se dividen. Pasado este periodo, se seleccionan un máximo de tres embriones y se transfieren al útero.

Las parejas que recurren a la fecundación in vitro lo hacen por problemas de infertilidad; en cuanto a los hombres, en la mayoría de los casos se produce por alteraciones en la producción del esperma; respecto a las mujeres, las causas pueden ser la obstrucción de las trompas de Falopio, trastornos hormonales y endometriosis.

Según un estudio del año 2007 de la Sociedad Española de Fertilidad, el 34,7 % de los casos de infertilidad tenían como causa factores masculinos, el 23,4 % eran debidos a factores femeninos, el 25,7 % a causas mixtas y el 10 % a esterilidad de origen desconocido. El estudio también señala que aproximadamente el 80 % de los pacientes que siguen el tratamiento de fecundación in vitro tienen entre 30 y 40 años y que el porcentaje de mujeres infértiles se incrementa a medida que se retrasa la edad de la maternidad.

Asimismo, este análisis estadístico ofrece las tasas de embarazo de la fecundación in vitro por transferencia, que llega casi al 39 %. Y las tasas de nacimientos, que se sitúan en el 56 %, el 71 % de los cuales corresponde a partos únicos, el 28,2 % a gemelos y el 0,7 % a partos de trillizos.

El Laboratorio de Fecundación in vitro del Hospital Son Llàtzer también tiene la función de banco de semen —a pesar de que sólo para los usuarios de su área de referencia—, puesto que puede congelarlo en los casos de pacientes oncológicos, de criptozoospermia en la eyaculación (número muy bajo de espermatozoides) y de biopsia testicular.

Hay que señalar que no solamente pueden acceder a las prestaciones del Laboratorio de Fecundación in vitro las parejas heterosexuales, sino que también lo pueden hacer mujeres con pareja femenina o sin pareja, utilizando semen de un donante. Aún así, ninguno de los dos tratamientos se aplica a mujeres de más de 40 años.

També es poden aconseguir embarassos per mitjà de la inseminació artificial