El Hospital Son Llàtzer se suma a la iniciativa “Abraza tu pulpo” para los bebés ingresados en la Unidad de Neonatología
Esta idea ha sido propuesta al Hospital por una trabajadora del centro, Julia Acevedo Gómez, que sin ánimo de lucro crea labores de ganchillo con fines solidarios. Este proyecto surgió en Dinamarca en 2013 de la experiencia llamada “Spruttegruppen”, impulsada por las unidades neonatales, que se extendió a otros países nórdicos y al Reino Unido. La idea consiste en ofrecer la posibilidad de crear pulpos hechos con ganchillo y donarlos para que los bebés prematuros ingresados puedan disfrutar de otro medio de contención en un ambiente hostil y nuevo.
Al nacer de forma prematura, un bebé debe despedirse de su cordón umbilical antes de tiempo, de modo que ofrecerle algo alternativo —como un juguete blando, suave y que le permita un agarre seguro— es una manera de devolverle la sensación de tranquilidad que tenía dentro del útero materno. De este modo, cuando la madre o su familia no están disponibles por cualquier motivo para el contacto piel con piel, el pulpo de ganchillo le hace sentir más seguro, y ello le proporciona una respiración más adecuada, que le aporta niveles de oxígeno más altos en la sangre y le permite latidos cardíacos más regulares. A esto hay que añadir el beneficio que supone disminuir la probabilidad de que intente quitarse sondas y catéteres, pues volver a insertárselos le genera una situación molesta.
El proyecto danés original especifica claramente los materiales y las medidas del pulpo y cómo debe crearse para que no haya ninguna pieza que pueda desprenderse. Además, se exige un protocolo de higiene y desinfección para evitar la proliferación de bacterias que puedan aumentar el riesgo de infección. El objetivo es proporcionar un ambiente adecuado al recién nacido, que permita no solo la curación de las patologías sino también su desarrollo emocional, la organización del sistema nervioso y la aparición de un vínculo con sus padres, y, en definitiva, conseguir un ambiente menos agresivo y más confortable.
La Unidad de Neonatología cuenta con un amplio equipo profesional —tanto de enfermería como de medicina— con una dilatada experiencia, que garantiza la atención continuada especializada durante las 24 horas de todos los días. Desde 2013, Son Llàtzer forma parte de los hospitales que tienen la acreditación IHAN fase 1D (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia), y actualmente está trabajando para obtener la acreditación IHAN fase 2D. Esta iniciativa, lanzada por la Organización Mundial de la Salud y el UNICEF, anima a los hospitales, a los servicios de salud y particularmente a las salas de maternidad a adoptar las prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento.
Desde 2005 se está desarrollando un programa en el que se incluyen subprogramas como el de puertas abiertas 24 horas, el de prevención del dolor, el de participación familiar, el de madre canguro y el protocolo de manipulación mínima. Con estas actividades se pretende humanizar la Unidad de Neonatología, favorecer el desarrollo neurológico correcto de los recién nacidos, reducir las infecciones y favorecer la lactancia materna, entre otros aspectos.
Además, para fomentar la proximidad entre los padres y los bebés, cuando un niño debe quedar ingresado en la Unidad de Neonatología su madre tiene la posibilidad de alojarse en la hospedería, donde puede descansar después de estar con su hijo o incluso quedarse a dormir. También se dispone de una sala de padres, que tiene una zona de cocina, donde pueden calentar y guardar su comida, y una zona de estar, donde pueden descansar y compartir tiempo con su familia.