Más de 200 especialistas participan en el I Encuentro multidisciplinario para debatir la disminución del impacto de la sepsis grave en España
Durante dos días unos doscientos especialistas nacionales e internacionales reunidos en Son Llàtzer analizaron el grave problema de salud pública que representa la sepsis, aunque también abordaron aspectos relacionados con su gestión desde diferentes puntos de vista, como el de los servicios sanitarios, las sociedades científicas, los economistas de la salud, la industria farmacéutica y los pacientes.
La sepsis es una respuesta del organismo ante una infección que, clínicamente, se puede manifestar desde un simple resfriado hasta —en los peores casos— un fallo de los órganos vitales que desencadena la muerte. Los patógenos principales que causan las infecciones graves son las bacterias, los virus y los hongos, aunque diferentes tipos de infecciones —como la neumonía, la peritonitis i la meningitis— también pueden provocar una sepsis.
Estudios epidemiológicos recientes reflejan que la sepsis grave presenta una incidencia y una mortalidad hospitalaria más altas que otros procesos, como el infarto agudo, la insuficiencia cardiaca, el ictus, la bronquitis crónica, el sida o diferentes tipos de tumores. Asimismo, los costes hospitalarios por esta causa son mayores que los de los ingresos a causa de un infarto de miocardio o un ictus. Se calcula que, en España, el coste medio de un episodio de sepsis grave supone para las arcas sanitarias alrededor de veintiocho mil euros.
Los episodios de infecciones que derivan en una sepsis grave se están incrementando en todo el mundo a causa de una mayor expectativa de vida, los tratamientos médicos y quirúrgicos más agresivos y el aumento del número de pacientes inmunodeprimidos. Se calcula que todos los días se producen uno o dos casos de sepsis grave por cada cien mil habitantes.
Desde 2006 el Hospital Son Llàtzer aplica un protocolo de gestión integral de la sepsis grave y del choque séptico para pacientes adultos, en el que participa un equipo multidisciplinario (médicos intensivistas, de urgencias, internistas, microbiólogos, neumólogos, anestesiólogos, cirujanos y farmacéuticos), que trabaja de manera coordinada. Desde 2009 también dispone de la Unidad Funcional Multidisciplinaria de Sepsis, la primera de Europa, impulsada por la Consejería de Salud, Familia y Bienestar Social y varias sociedades científicas.
La aplicación de esta novedosa gestión de la sepsis en el Hospital Son Llàtzer ha permitido disminuir la mortalidad de manera progresiva, pues en términos globales ha pasado del 29 % al 15 % en seis años; y, en concreto, el índice de mortalidad de los pacientes ingresados en la UCI sobre la cifra total de defunciones ha pasado del 17,3 % al 7,9 % entre 2006 y 2011. En cuanto al porcentaje de ingresos por sepsis grave desde las plantas de hospitalización o el Servicio de Urgencias a la UCI, en 2006 fue del 73 %, mientras que en 2011 se situó en el 39,3 %.
Asimismo, también se ha conseguido reducir la media de estancia hospitalaria de este tipo de pacientes y el coste por ingreso. Mientras que en 2006 fue de 27,3 días, el año 2011 se situó en 11. En el mismo período, el coste hospitalario por paciente pasó de 29.500 € a 15.100 €.
Marcio Borges, jefe de la Unidad, asegura que desde que funciona el programa se han incluido más de 4.300 pacientes. “La activación del protocolo de actuación y la aproximación a la enfermedad de manera homogénea y multidisciplinaria han hecho posible reducir las estancias hospitalarias, el coste por paciente y el índice de mortalidad”, explica.
Actualmente la Unidad Funcional Multidisciplinaria de Sepsis de Son Llàtzer es la impulsora del proyecto “Código sepsis”, de ámbito estatal, cuyo objetivo es crear una plataforma asistencial, docente e investigadora que congregue a los diferentes agentes relacionados con este proceso clínico y contribuya a disminuir la mortalidad por sepsis.