Más de 300 personas acuden cada año a la Escuela de Salud para personas obesas y diabéticas
Los pacientes que se integran en la consulta de enfermería lo hacen siempre derivados por los médicos especialistas en Endocrinología del Hospital. Una vez que se ha establecido el diagnóstico, se les indica un conjunto de pautas alimentarias y de actividad física, y se establece un programa de seguimiento. Si lo desean, también pueden participar en sesiones semanales de terapia grupal.
María Puga y Rosenda Puigserver, responsables de esta consulta de enfermería, explican que en cada sesión formativa participan una media de ocho pacientes. “Los damos pautas para seguir una alimentación sana, equilibrada, agradable y suficiente, y layudamos a cambiar los hábitos que los perjudican”, señalan. En los casos de los pacientes diabéticos, también se les educa sobre técnicas para administrarse la insulina, la resolución de complicaciones agudas y la prevención de las crónicas.
Según María Puga, el estado de salud de las personas depende sobre todo de los hábitos alimentarios y del ejercicio físico. Por lo tanto, aprender a comer de manera saludable y equilibrada es una de las primeras medidas preventivas para evitar la obesidad y no sufrir enfermedades otras enfermedades asociadas. Otra es realizar alguna actividad física moderada de manera continuada en el tiempo.
María Puga aconseja una dieta variada: “Es mejor comer poco de diferentes alimentos que mucho de uno solo. Es muy efectivo el método del plato: tanto para la comida como para la cena, se recomienda dividirlo en cuatro partes, dos de las cuales tienen que estar reservadas para verduras o ensaladas, una para los alimentos proteicos (pescado, carne magra, huevos...) y la última para las féculas (pasta, arroz, patatas...)”.